sábado, 7 de abril de 2012

"El comienzo de un amor"

Te vi, estás ahí frente mío, como siempre encantador, lindo, misterioso, con ese aire inevitablemente sexy. Te veo ahí y muero. Te veo ahí y… ¡Mierda! ¡Cómo quisiera hablarte! ¡Cómo quisiera acercarme a vos y partirte la boca a besos de mil formas distintas! ¡Cómo deseo el rose de tu piel contra la mía, de tu calor y el mío, el escuchar nuestros corazones latir a ritmo acompasado! ¡Cómo!... Cómo he de verme una tonta mirándote boquiabierta cada que frente a mí pasas...
Idiota, una torpe idiota soy por amarte tanto, de una manera tan loca apenas conociéndote. Pero cuando menos lo espero te acercas y me hablas, rompes las barreras de ese ‘hola’ rutinario para transformarlo en una charla amena. ¡Me encantas! Sin duda ahora más que puedo hablarte y conocerte, que puedo tenerte más cerca. Ahora puedo ser más optimista, puedo creer que este sentimiento en mi pecho por fin va a llegarte.
Y no es sino hasta un sábado en el que nos juntamos en el centro que nos encontramos fuera del colegio. Te veo por primera vez con vestimenta casual y muero. Me derrito al verte aún más hermoso de lo que te ves cada día. Tu cabello alborotado de un azabache atrapante va perfecto con aquella remera azul combinando tus ojos, y los jeans oscuros pero gastados que cubren la parte inferior de tu cuerpo. Te sonrío y saludo con la mano desde lejos, algo intimidada pero sin duda ansiosa por tenerte más cerca.
Llegas hasta mí y besas mi mejilla, el lado izquierdo de mi rostro arde, está en llamas ante un tacto tan común. Charlamos un rato, tu sabes cómo robarme una sonrisa en cuestión de segundos, conoces la receta perfecta para hacerme reír hasta que mi estómago duela y, también, para sacarme de mis casillas dándome un dolor de cabeza. Comienzas a caminar y me extiendes tu mano, dudé. No porque no quisiera tomarla sino porque tu actitud es inesperada. No me llevó más de unos pocos segundos decidirme y tomo tu mano con fuerza. La electricidad recorre mi cuerpo de una forma inigualable, el magnetismo es imposible de ignorar. Elevo mi mirada hacia vos y comprendo: Jamás nos vamos a separar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario