viernes, 6 de abril de 2012

Mejor amiga.


Cuando tengo un problema, cuando me siento sola… Esos instantes en los que siento que todo mi mundo se puede derrumbar en una décima de segundo. Cuando alguien me hace daño, cuando siento que me duele el corazón. Si se despierta en mi esa sensación de que nadie me entiende, de que soy la única. Si me tropiezo y me cuesta levantarme, si he perdido la esperanza y las ganas de todo, si quiero encerrarme en mi habitación sin ver a nadie, aislarme del mundo y sus consecuencias. Para enseñarte que caerse no es tan malo, siempre que te vuelvas a levantar. Para obligarte a comerte el mundo en tus peores días y para comérselo contigo en los mejores. Está para hacer locuras, para cantar en medio de la calle y reír hasta llorar. Está para ver una película una tarde de lluvia, para reírse de tus bailes.
Sí, tal vez no sea del todo perfecta pero yo tampoco, así que dejemos la perfección para las que se quieran complicar la vida y sigamos cantando sin importar que desafinemos y provoquemos una tormenta, sigamos riendo como hasta ahora, hasta llorar. Porque sé que está ahí, pase lo que pase, que se comerá el mundo conmigo, y eso me hace feliz. Porque a ella le debo mis mejores sonrisas y mis mejores momentos. Porque le propongo provocar una catástrofe gracias a nuestras locuras. Y tú te empiezas a reír, también la otra persona. Y os reís aún más. Y os miráis y os parece que todo está diseñado para haceros reír, y entonces te ríes, te ríes sin cesar, y da la impresión de que el destino está de tu parte, sí, que vale la pena reír sin parar. Porque pasas un momento de ésos en los que, de verdad, la barriga se tensa y te duele de lo mucho que te has reído. En los que empiezas a soltar esas pequeñas lágrimas de risa, que hacen que el otro se ría más por la cara que pones, y que tú al ver al otro, te rías y no pares de reír, pidiendo que pare, que te falta el oxígeno. En esos instantes que no hay nada más hermoso que esa risotada, te olvidas de todo lo que te ha salido mal y te sientes de verdad reconciliado con el mundo. Y entonces dejas de reírte, sueltas alguna que otra risita nerviosa, pero después te sientes casi satisfecha y exhalas un largo suspiro, como de alivio. Pues bien, eso es vivir, partirse de risa con una persona a la que quieres y te hace sentir querida. Para darse cuenta de que… aunque muchas veces las cosas puedan salir mal, siempre va a ocurrir algo que te haga soltar una carcajada a pleno pulmón. Entonces, me paro a pensar, y sé que siempre me queda ella.
Porque la vida es menos puta si ella están a mi lado.

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